23/8/10

El Alfarero



Hoy me olvido y dejo a dios que se encargue de mi vida, ahora en los oscuros rincones de mi alma su luz comienza a brillar.

Todas mis penas y preocupaciones que he padecido en la vida se han hecho llevaderas con su ayuda.

El me ha ido quitando un gran peso de mis hombros y poco a poco va llenando mi corazón de amor, los problemas que antes me abrumaban hoy me parecen tan insignificantes y yo se que las adversidades diarias de la vida con su ayuda las podre vencer. Amen (De El pan de Cristo)

Pero todavía estoy muy frágil, y es cuando más necesito estar de su mano, y no colocarlo por debajo de ninguna cosa material, ni humana, no podemos endiosar a nada que no sea Dios, porque de lo contrario se nos volverá a perder el camino, y volverán los momento de dolor, angustia, vacio y confusion.

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