2/8/10

Debemos dar testimonio claro de nuestro cristianismo

Todo el que sigue a Jesús debe rechazar el miedo Al que dirán, si por vivir como discípulo de Cristo , su conducta es mal interpretada o claramente rechazada, Jesús da gracias a su padre por las personas sencillas y humildes. Son estas personas, llamadas ”pequeñuelos”, las que escuchan su palabra, las que comparten su amistad, las que creen en su persona y se fían de Él. Ellos siguen alegrando a Cristo: son las personas buenas que desafían las corrientes de incredulidad y de progreso orgullosamente humano, se persigna con fe ante un crucifijo, se arrodillan ante la eucaristía y siempre tienen en sus labios expresiones de un cristianismo puro y fuerte.

Dios se manifiesta a los sencillos y se oculta a los prepotentes y autosuficientes. ¿En cuál de estos me veo reflejados yo? ¿Practico la humildad que Jesús predico? ¿Me hago pequeño para ser grande a los ojos de Dios?

Esta es la tarea que debemos resolver, a veces no sentimos tan autosuficientes, creemos tener todo controlado, pero solo basta dar un vistazo alrededor, ni la mascota nos hace caso. Nuestros hijos y seres queridos están dispersos, totalmente ausentes de nuestras vidas, en ocasiones somos útiles cuando de dinero se trata, pero no representamos ningún modelo a seguir, tenemos total ausencia de poder influir en las personas y ser la luz que necesitan en sus vidas, carecemos totalmente de valores espirituales.

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