12/4/11

No estamos llamados a Juzgar

Lectura del Santo Evangelio según San Juan 7, 40-53

Algunas personas en Jerusalén, al oír hablar de Jesús, decían: “¡Este es realmente el profeta anunciando!” Otros decían: “¡Este es el Mesías!” Pero otros replicaban: “¿Acaso va a venir de Galilea el Mesías? La escritura dice que el Mesías será descendiente de David  y que vendrá de Belén, la aldea donde vivía David.” Se dividieron, pues, las opiniones acerca de Jesús. Alguno querían apoderarse de Él, pero nadie le puso las manos encima.

Los sirvientes del sanedrín que  habían sido enviados a apoderarse de Jesús volvieron a donde los sumos sacerdotes y los fariseos, y ellos les preguntaron por qué no se lo habían traído. Los sirvientes contestaron: “Nadie ha hablado jamas como habla ese hombre. “Los fariseos les replicaron: “¿También ustedes se dejaron engañar?¿Que autoridad o que fariseo ha creído en El? ¡Es solo esta gente que no entiende de la ley y son unos malditos!”

Nicodemo, el que ya antes había ido a entrevistarse con Jesús y que también era fariseo, les dijo: “Nuestra Ley no condena a nadie sin haberlo escuchado antes y haber averiguado que es lo que hace.” Ellos le replicaron: “¿También tu eres galileo? Estudia y veras que de Galilea no salen profetas.” Y cada uno se fue a su casa.

Palabra del Señor.
R. Gloria a Ti, Señor Jesús.

Reflexión del Evangelio
Es muy común escuchar en las personas la Frase “Si hablaron de Jesús, no van hablar de Mi” lastimosa es un común denominador en nuestra sociedad, cuantas veces no hemos caído en el error de juzgar a otros injustamente, pero aún más delicado, cuantos problemas familiares, laborales y sociales no sufre la gente por ser juzgada injustamente. Como dice Nicodemo en el evangelio, no les hemos dado la oportunidad de escucharlos o averiguar antes que es lo que la persona ha hecho. Nos dejamos llevar por nuestros primeros impulsos, iras, juicios y solo nos limitamos a imponer nuestra Ley la “Condena”.

El evangelio nos invita hoy a no ser fariseos con nuestros Esposos, Esposas, Padres,  Hijos, Amigos, y todas las personas que nos rodean, a no juzgarlos sin antes escucharlos y darles la oportunidad de hablar, y recordar que el único que tiene la Ley para juzgar y perdonar es Dios. Amen.

No hay comentarios: