15/9/11

Una madre nunca se cansa de Esperar


Evangelio según San Juan 19,25-27.
Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: "Mujer, aquí tienes a tu hijo". Luego dijo al discípulo: "Aquí tienes a tu madre". Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa.
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.

Reflexión del Santo Evangelio
Jesús en este pasaje del Evangelio antes de morir ya agonizante encarga su Madre María a su Discípulo, y el pasaje termina “Y desde aquel momento la recibió en su Casa” - ese encargo que hace Jesús no fue solo en esa época, ahora más que nunca necesitamos recibir nosotros también a la Virgen María en nuestra casa, ese fue uno de los últimos deseos que Jesús dejo antes de morir. Jesús dentro de su sabiduría sabía que si María lo había cuidado toda la vida hasta el final en su muerte, a quien más podría dejar ese encargo de cuidar a sus hermanos.

Quien recibe a María en su casa, recibe la bendición más grande. Que Madre no se preocupa por sus hijos y no quiere los mejor para ellos, pues bien esa es la oferta que hoy te hace Jesús a través del evangelio, si la recibes a ella, lo estás recibiendo a él, la pregunta que te debes hacer ahora es; le cerraras las puertas de tu casa a María? Perderás la gracia de la intercesión de la Virgen María para que empieces a cambiar tu vida? - Seguirás perdido, confundido, sin una estrella que te guie y te ayuda a salir de esa muerte espiritual que estas? - la respuesta y la decisión solo la tienes Tú.

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