1/5/11

Señor Mio y Dios Mio

II Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia

 CIUDAD DEL VATICANO,  Decreto de beatificación del papa Juan Pablo II de la Congregación para las Causas de los Santos, que ha sido publicado por Radio Vaticano.

Evangelio según San Juan 20,19-31.
Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: "¡La paz esté con ustedes!".
Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor. Jesús les dijo de nuevo: "¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes".
Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: "Reciban el Espíritu Santo.
Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan". Tomás, uno de los Doce, de sobrenombre el Mellizo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús. Los otros discípulos le dijeron: "¡Hemos visto al Señor!". El les respondió: "Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré". Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: "¡La paz esté con ustedes!".
Luego dijo a Tomás: "Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe".
Tomas respondió: "¡Señor mío y Dios mío!". Jesús le dijo: "Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!". Jesús realizó además muchos otros signos en presencia de sus discípulos, que no se encuentran relatados en este Libro.
Estos han sido escritos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y creyendo, tengan Vida en su Nombre.
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
Reflexión del Evangelio       

“Hasta no Ver no creer” y así veamos tampoco creemos, al Igual que Santo Tomas nuestra fe es débil y esperamos que Dios nos dé señales de que el existe y es verdadero, de lo contrario actuamos como Santo Tomas si no hay señales o milagros no hay fe. No en vano vemos videos en internet donde la Virgen llora, los Cristos sudan sangre será tan débil nuestra fe, que Dios y la Virgen deben dar señales en imágenes para poder que nosotros creamos y tengamos Fe.

Nos debe doler el corazón y el Alma, cuando le creemos a la personas y solo cuando nos engañan regresamos diciéndole a Dios, el mundo me engaño ahora si te creeré a ti Dios. No esperemos que Dios nos diga como a tomas "Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe". AMEN

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