1/8/11

Hombres de Poca Fe

Evangelio según San Mateo 14,22-36.
En seguida, obligó a los discípulos que subieran a la barca y pasaran antes que él a la otra orilla, mientras él despedía a la multitud. Después, subió a la montaña para orar a solas. Y al atardecer, todavía estaba allí, solo. La barca ya estaba muy lejos de la costa, sacudida por las olas, porque tenían viento en contra. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el mar. Los discípulos, al verlo caminar sobre el mar, se asustaron. "Es un fantasma", dijeron, y llenos de temor se pusieron a gritar. Pero Jesús les dijo: "Tranquilícense, soy yo; no teman". Entonces Pedro le respondió: "Señor, si eres tú, mándame ir a tu encuentro sobre el agua". "Ven", le dijo Jesús. Y Pedro, bajando de la barca, comenzó a caminar sobre el agua en dirección a él. Pero, al ver la violencia del viento, tuvo miedo, y como empezaba a hundirse, gritó: "Señor, sálvame".
En seguida, Jesús le tendió la mano y lo sostuvo, mientras le decía: "Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?". En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en ella se postraron ante él, diciendo: "Verdaderamente, tú eres el Hijo de Dios". Al llegar a la otra orilla, fueron a Genesaret. Cuando la gente del lugar lo reconoció, difundió la noticia por los alrededores, y le llevaban a todos los enfermos, rogándole que los dejara tocar tan sólo los flecos de su manto, y todos los que lo tocaron quedaron curados.
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.

Reflexión del Santo Evangelio

"Hombre de poca fe” - Igual que pedro a nosotros nos pasa que tomamos la decisión de empezar el camino sin Dios, simplemente porque no tenemos fe en El, en la gran mayoría de casos nuestra fe en tan poca, que nos pasamos la vida queriendo hacer todo solos, no nos interesa para nada contar con Dios, y cuando nos va bien en la vida el desinterés por Dios es total.

Pero la vida es un sube y baja, igual que Pedro iniciamos caminando sobre el agua, pero solo cuando nos empezamos a hundir invocamos a Dios y le decimos señor sálvanos, con toda la certeza de que Dios también al igual que a Pedro nos tiende la mano para que no nos acabemos de hundir mas.

La reflexión de este evangelio debe de ser muy profundo y nos debe llevar a reflexionar porque cuando las cosas van bien no nos acordarnos de Dios, pero en el momento en que estamos en peligro de muerte, enfermedad, sin dinero, angustia, solos y tenemos todo en contra, le damos la cara a Dios para pedirle.
Que nuestra fe no sea como la de Pedro que solo creyó en Jesús cuando se empezó a hundir.

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