30/8/11

Yo soy la servidora del Señor

Evangelio según San Lucas 1,26-38.
En el sexto mes, el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la salud, diciendo: "¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.
Pero el Ángel le dijo: "No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin". María dijo al Ángel: "¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?".
El Ángel le respondió: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios.
También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios". María dijo entonces: "Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho". Y el Ángel se alejó.
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
Reflexión del Santo Evangelio

María, María, María….si supiéramos cuanto nos amas, “lloraríamos de alegría” - desde el principio hasta el final acompañaste a tu hijo Jesús. Judas lo traiciono, Pedro lo negó, los apóstoles lo dejaron solo, pero tú estuviste hasta el final a sus pies en la cruz hasta recibir su cuerpo y sepultarlo.

María, María, María…que dolor Maria, crucificamos a tu hijo Jesús, nuestro hermano y tú sigues como toda madre rogando para que nosotros los hijos que te quedamos no nos perdamos, María, María, María, si todos siguiéramos tu ejemplo, cuando dijiste, “Señor que se haga en mi tu voluntad” - Y no como pensamos nosotros “Señor haz mi voluntad”

María, María, María…si entendiéramos que todas las peticiones que te hacemos a ti, tú se las haces a tu Hijo Jesús y él no te niega nada. Si supiéramos todas las gracias que tienes para nosotros, acudiríamos más a Ti. Te regalaríamos mas Rosas con el santo rosario.

María, María, María…pero si abandonamos, maltratamos o relegamos a nuestra madre terrenal que la podemos ver, que no hemos hecho contigo María. 

María, María, María…perdónanos porque ni siquiera hemos querido Amar y volvernos a tu Hijo Jesús, mucho menos te hemos tenido en cuenta a ti María, pero tu como buena Madre nunca te cansas de esperarnos.


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