17/5/12

Del aborto al infierno


A veces en la vida tomamos decisiones que en su momento pensamos son las mejores, por lo general son fruto de la desesperación, de caminos sin salidas, buscando una nueva oportunidad, pensamos que corregimos un error, y todo lo que podamos imaginar que nos sirva como justificación a la decisión tomada de quitar una vida. A muchas personas nos ha pasado estar involucrados en estas situaciones que en nuestra desesperación, nos ha  convertido en homicidas en una forma semiinconsciente o conciente depende de la situación.

Para enmendar nuestro error o mejor tal homicidio, lo primero que debemos aceptar es que el aborto es un asesinato que cometemos así la ley humana no lo penalice y lo castigue, pero para la ley divina es el acto más atroz.  Es un asesinato; ya que así sea un embrión o feto, tiene vida y al tener vida tiene alma, tan solo que esta en un pequeño cuerpo de 1 semana, 1 mes o tres meses, depende de la edad en que lo asesinemos, el único pecado de esa alma es no estar en un cuerpo en el cual se pueda defender.  Somos seres inteligentes y podemos concluir que si nuestras madres, hubieron tomada la decisión de sacarnos de su vientre de 1 día o siquiera una semana no estaríamos contando el cuento y así; imagínate a todos tus seres queridos.

Vientres en sepulcros: Mujeres, así no lo quieran aceptar, sus vientres sagrarios para la vida, los convirtieron en tumbas y sepulcros de muerte, esto lo llevaran por toda la vida si no se arrepienten.

Los culpables: son todos aquellos, que de una u otra forma fueron cómplices intelectuales y materiales del asesinato, doctores, enfermeras, y todo aquel que se dio cuenta y no hizo nada para evitar la masacre de un niño en un vientre.

La sentencia: todo aquel que participo en tan horrendo homicidio, impune en la justicia humana, recibirá justicia en la divina; la pena es el infierno, ni siquiera es digno de pagar purgatorio por los siglos de los siglos. Satanás nos condujo a cometer el homicidio aquí en la tierra, el mismo nos conducirá al infierno. El gran error que cometemos es que pemsamos de nos deshacemos del cuerpecito del Bebe. Y no nos damos cuenta que el cuerpo es lo de menos, ya destrozado se vuelve ceniza. Lo que mandamos para las tinieblas sin garantizar un descanso es el alma del Bebe.

El perdón: Mientras estemos vivos algo se puede hacer, Dios es tan misericordioso que si te arrepientes de tal crueldad y asesinato que cometiste contra uno de sus niños, el te perdonara; el amor de Dios es tan grande, que si tu ya enviaste o ayudaste a enviar a un alma de un niño a sufrir en la eternidad, el, no querrá que  tu alma también se pierde en el fuego eterno. La misericordia que no tuvimos con el niño que asesinamos, Dios la tiene con nosotros si nos arrepentimos y nos acercamos a el, a pedir su perdón. Ustedes deciden? Sigues arrastrando tan horrendo pecado y el paso directo al infierno o imploran la misericordia de Dios, por medio del sacramento de la confesión y la reconciliación. Deseo que Dios te de el valor de arrepentirte.

No hay comentarios: