16/5/12

La Parábola de la cizaña en el trigo “Mateo13, 24-30”

No hay más puro que un niño

Otra parábola les propuso, diciendo: «El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero, mientras su gente dormía, vino su enemigo, sembró encima cizaña entre el trigo, y se fue. Cuando brotó la hierba y produjo fruto, apareció entonces también la cizaña. Los siervos del amo se acercaron a decirle: "Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?"  Él les contestó: "Algún enemigo ha hecho esto." Dícenle los siervos: "¿Quieres, pues, que vayamos a recogerla?" Díceles: "No, no sea que, al recoger la cizaña, arranquéis a la vez el trigo. Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega. Y al tiempo de la siega, diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo recogedlo en mi granero.»

Reflexión

El hombre que sembró la buena semilla en su campo fue Dios, las semillas somos nosotros. Cuando nacemos somos puros, no hay más puro que un niño. Por eso decimos los niños son la bendición mas grande. Del vientre de nuestra madre salimos solo con el pecado original por el cual fuimos concebidos, pero en el bautismo quedamos puros y blancos como una hoja de papel, por que recibimos el espíritu santo y Dios empieza habitar en nuestra alma de niño; Dios se queda solo hasta cuando ese niño, se mantiene puro sin pecados. Cuando su pureza la empieza a perder, Dios deja el alma del niño, dando paso a Satanás quien será el nuevo dueño. 

La siembra de la primera semilla en el alma de niño  fue Dios, cuando este empieza a crecer y a conocer el mundo, nace la cizaña que es satanás. Dios nos hace buenos desde nuestro nacimiento, satanás nos vuelve malos en la medida que vamos creciendo y sacamos a Dios de nuestras vidas. Satanás logra hacerse fuerte en el alma del niño cuando empieza a conocer la carne y el mundo. Es nuestra decisión que nuestra vida y la de nuestros hijos se vuelva cizaña, que será atada en gavillas para quemarla, traducido infierno o juego eterno o por el contrario seremos el trigo que será recogido en los graneros de Dios y guardado en el reino de los cielo. Tu eliges tu futuro y el de tus hijos “Cizaña o Trigo, Dios o el Diablo”»

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